La doctora Pérez nos da una serie de valiosos consejos que nos van a ayudar a establecer una alimentación más saludable durante estos días y que nos van a servir de guía incluso después del confinamiento. Horarios de comida marcados y una lista de compra bien pensada, entre las claves.

El bombardeo de noticias alarmantes en relación a la evolución de la pandemia está aumentado el nivel de ansiedad de las personas. En un intento de paliar este sentimiento, reaccionan comiendo más cantidad de alimentos procesados y dulces. La peligrosidad radica en que estos alimentos pasan a nuestra sangre, aumentan nuestra glucosa y hacen que el páncreas libere insulina, haciendo que nuestro organismo pronto vuelva a tener sensación de hambre. Debemos evitar este tipo de alimentos, aunque se pueda disfrutar de ellos muy de vez en cuando, pero nunca a diario.

TOTAL DEDICACIÓN A LA COMIDA

Muchas personas han aumentado el tiempo que dedican a la visualización de pantallas, como el móvil, la televisión, la tablet o los videojuegos. Ante esto, es necesario alertar de que comer siguiendo visualmente un programa o una pantalla, es nocivo en cuanto al control de peso, pues la persona se centra en lo que está viendo y no en la comida, lo que impide que la persona se sienta realmente saciada. Para que nuestra digestión se realice bien y tengamos menos sensación de hambre, debemos dedicar a la comida no menos de 15 minutos. Esto va ayudarnos a mantener un peso equilibrado.

ESTABLECER UN HORARIO

El primer paso hacia el control de nuestro peso es dedicar una hora específica para cada actividad del día, así tendremos una hora para levantarnos, una hora para desayunar, una hora para comer, ver la televisión, pasear al perro, etc. Estos horarios nos ayudarán a establecer un orden en nuestra vida y a controlar la ingesta y el picoteo entre horas.

DISEÑAR UN MENÚ PARA TODA LA SEMANA

Sentarse y diseñar un menú de desayuno, comida y cena para toda la semana será muy útil y nos ayudará a salir a la compra sabiendo exactamente lo que necesitamos comprar, sin caer en el exceso. Aquí podemos incluir recetas saludables donde haya fruta, verdura y proteína.

LA LISTA DE LA COMPRA

Para evitar caer en la tentación de comer aperitivos, bollería y refrescos repletos de azúcares, debemos poner toda nuestra fuerza en diseñar nuestra lista de la compra y hacer el voto con uno mismo de no sucumbir ante la emoción de querer llenar nuestro carrito con estas cosas. No es fácil, pero si vamos al supermercado mentalizados, ¡lo conseguiremos!

A continuación detallamos algunos de productos que no deben faltar en nuestra despensa y nuestra nevera:

Verduras frescas: 

Debemos contar con verduras de hoja verde y hortalizas de colores vivos como los pimientos, las zanahorias o los tomates. El nabo puede ser un buen sustituto de la patata por su bajo índice glucémico.

Frutas: La manzana y el plátano son frutas económicas y con muchos beneficios para la salud en general. Otras frutas con colores vivos como las fresas y los arándanos son muy beneficiosas también. En particular, la grosella es una fruta indicada en la recuperación de procesos respiratorios, como el provocado por coronavirus.

Cereales: Durante el confinamiento no recomendaría los famosos cereales de caja por la gran cantidad de azúcar que contienen. En este apartado solo recomiendo la avena, por los múltiples beneficios que tiene para la salud.

Lácteos: En este apartado me centraría en el yogurt y, para aquellos que no toman leche de vaca, les recomiendo un derivado vegetal como puede ser la soja, la leche de almendra o de coco.

Legumbres: Las legumbres son un extraordinario alimento y forman parte de una dieta saludable. Recomiendo su consumo 4 veces a la semana. Es un plato, además, económico y muy fácil de cocinar. Muy al contrario de la creencia popular, las legumbres no engordan, pero, obviamente, si las cocinamos con chorizo y carne, tendrán un aporte calórico notablemente superior. Entre las legumbres más populares como son las lentejas o los garbanzos, recomiendo también la quinoa, rica en proteínas, vitaminas y minerales.

Proteínas: Aquí se encuentran el pescado y la carne. El pescado es bueno para prevenir infecciones virales, sobre todo los pescados grasos y azules, como la sardina, la anchoa o la caballa. Si no tenemos presupuesto para comprarlo fresco, podemos optar por las latas. En el caso del atún, es mejor optar por el que viene en aceite de oliva o al natural. Con los enlatados conseguimos menús rápidos, con el beneficioso Omega 3 y todos los elementos que favorecen la prevención de infecciones. En relación a la carne, el supermercado cuenta con numerosas opciones, aunque no se debe abusar del consumo de carne roja, este se debe limitar a una o dos veces por semana.

Bebidas: Las mejores opciones para hidratarse son el agua en estado natural y las infusiones. Estas nos ayudan a relajarnos y a mantenernos debidamente hidratados. El té verde y el rooibos son opciones saludables que además agradan a nuestro paladar. La stevia en infusión puede ser una buena opción para los diabéticos. Si nos gusta el agua con sabor lo podemos hacer con un poco de zumo de limón recién exprimido, así conseguimos una bebida refrescante y muy saludable. También podemos hacerlo con naranja, pepino o jengibre. En relación a los zumos, los mejores son los que hacemos en casa con fruta fresca y elementos verdes, los que encontramos en el supermercado suelen mucho azúcar.

Por último aconsejo visitar páginas web de platos saludables para cocinar con los peques de la casa. Esto nos va a divertir y a ayudarnos a sentirnos motivados. La alimentación y todo lo que le rodea, como la cocina, la decoración de la mesa o la búsqueda de nuevas recetas, proporciona positividad a nuestro día a día, algo tan necesario durante el confinamiento.

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