Las creencias son el resultado de la interpretación que vamos haciendo de los acontecimientos que vivimos y, por lo tanto, dependen del grado de éxito o de fracaso que experimentamos, es decir, del grado de gratificación o frustración afectiva y material que recibimos pero, sobre todo, dependen del balance personal que realizamos al respecto.
Estas creencias que tienes acerca de ti mismo, de tu potencial, o falta de él, de lo bien o mal que puedes vivir, de lo capaz o incapaz que puedes ser… son un eje que te orienta y conduce por un sendero favorable y productivo o por un camino desfavorable e improductivo. Detrás de cada conducta o capacidad, hay una creencia que la sustenta, por lo tanto, son las creencias las que te mueven y por las que haces lo que haces.
Dicen que cuando Cristóbal Colón llegó a América, los nativos que se encontraban en las costas, no podían ver las tres carabelas cuando aparecieron en el horizonte debido a que su estructura mental no estaba preparada para percibir algo nuevo.
No importa si existen o no existen en la realidad determinadas cosas, lo que importa es lo que estamos dispuestos a creer que existe. La diferencia entre las personas exitosas y las no exitosas es la actitud. El exitoso es optimista, cree en él mismo, se atreve y lo intenta, aunque parezca imposible. Imagina lo que desea conseguir y ¡va a por ello! No piensa en lo que no ha logrado, sino en todos los objetivos que sí pudo cumplir. El no exitoso comienza viendo las dificultades y tiene un punto de vista pesimista, se empeña en ver los obstáculos y centra su atención solo en los fracasos. ¿Qué estás viendo tú?
Las creencias no están basadas en la realidad ni en la verdad, sino en el modo en el que interpretas esa realidad y se componen de los sentimientos e imágenes que generas y de las cosas que te dices a ti mismo constantemente.
Las investigaciones realizadas demuestran que la mente no distingue entre un hecho real y una idea, ya que, ante un estímulo real o imaginario, se accionan las mismas áreas cerebrales. El éxito incluye actuar como si ya se hubiera conseguido materializar el deseo.
Observa cuáles son tus creencias y si tienes una creencia que no cumple su misión de protegerte, ayudarte, estimularte y beneficiarte, ¡ha llegado el momento de cambiarla!
Maribel Salvo
Vicepresidenta de LMQA y Psicóloga