Los problemas económicos afectan a todos los aspectos de la vida, pero influyen más en la vida familiar y fue lo que sucedió en el hogar de Lucía.
«Tenía muchos problemas, estaba deprimida, no tenía ningún objetivo ni motivación, además, tenía el vicio del tabaco. Solía decir que fumaba para intentar olvidarme de los problemas que estaba pasando porque me dejaban muy apática.
Tenía muchas deudas, lo que me dejaba totalmente sin paz porque no conseguía ver la forma de pagarlas. Discutíamos continuamente en casa y era un verdadero infierno estar en ella. Mi marido y yo nos insultábamos, lo que generaba malestar en mis hijos y se volvían más violentos. Como consecuencia de todo esto intenté suicidarme y, por eso, me llevaron a urgencias.
Un día, viendo la televisión, encontré el programa del Centro Cristiano La Mano Que Ayuda que despertó mi fe y decidí participar en las reuniones».
La felicidad
«Empecé a recibir consejos que, según los ponía en práctica, me llevaron a ver cambios en mi vida. Primero, empecé a cambiar mi interior, es decir, a sentir paz. Los problemas de mi casa fueron superados. Hoy tengo armonía con mi marido y con mis hijos, tenemos un hogar maravilloso y feliz y ya no tengo el deseo de acabar con mi vida.
¡Ahora quiero vivir!
Conseguimos pagar las deudas y, actualmente, tenemos una vida económica tranquila, consiguiendo pagar nuestros compromisos. Valió la pena haber usado la fe, ya que, hoy, tengo a toda mi familia unida y somos felices».