Ya llegó la primavera, el calendario así nos lo indica, junto con los múltiples anuncios publicitarios que hacen eco de esto. Es una invitación al cambio, a la renovación, al inicio de nuevas cosas.
Salimos del periodo de menos horas de luz, facilitadoras del descanso, y nos adentramos en el período primaveral que nos exige más energía para dedicarle más tiempo a la actividad de forma general. En esta época del año se producen cambios atmosféricos, físicos, ambientales, a los que nuestro organismo se tiene que adaptar, sobretodo el sistema inmunológico y hormonal. Estos sufren cambios importantes que conllevan a veces la aparición de problemas de saludo desequilibrios que nos afectan, produciéndose a veces la astenia primaveral, que nos puede afectar de distintas formas:
- Apatía o pérdida de apetito
- Tristeza sin causa aparente
- Pérdida del apetito
- Pérdida de la líbido
- Disminución de la concentración o pérdida en memoria
- Irritabilidad o cambios en el estado de ánimo
- Malestar general, dolor de cabeza
- Hipotensión arterial
Astenia es un término clínico que significa «cansancio». No es una enfermedad, sino un síntoma que puede deberse a enfermedades orgánicas o psicológicas, pero también a otras causas como el estrés o el exceso de trabajo.
Un 2% de la población puede sufrir «cansancio » o astenia coincidiendo con el paso del invierno a la primavera. Esta sensación puede aparecer junto a otras manifestaciones.
En cualquier caso, esta sintomatología es siempre de carácter leve y pasajero. Este cuadro clínico sin causa aparente que lo justifique, y coincidiendo con el cambio estacional ya comentado, es conocido comúnmente con el nombre de astenia primaveral.
Hay que remarcar, sin embargo, que no es ningún trastorno psiquiátrico, sino más bien una sensación subjetiva que puede traslucir una mayor vulnerabilidad de la persona frente a estos cambios climáticos. No hay que confundirlo con el T.A.E. (TrastornoAfectivo Estacional), que sí es una patología psiquiátrica reconocida como un tipo especial de depresión que se acentúa, o bien en los meses de invierno (depresión invernal) o bien en los de verano(depresión veraniega), y que debe tratarse médicamente.
¿Cómo se produce?
No existe una teoría concreta al respecto, pero parece ser que es unacombinación de dos factores:
- Las horas de luz solar
- Los ciclos hormonales
El origen de todo está en el hipotálamo, una glándula localizada en el cerebro encargada de regular, entre otras cosas, la temperatura, la sed, el apetito, el sueño y la vigilia, y que segrega hormonas y neurotransmisores como las feniletilaminas, encargadas de provoca reuforia; las beta-endorfinas, responsables del optimismo vital, y las serotoninas u hormonas de la felicidad.
La astenia primaveral tiene su origen en el hipotálamo, una glándulasituada en el cerebro que regula, entre otras cosas, la temperatura, la sed, el apetito, el sueño y la vigilia.
Al producirse el cambio estacional (variaciones climáticas), y con él un aumento de la temperatura, de las horas de luz solar y el cambio de horario, se genera un control sobre la regulación hipotalámica que contribuye de forma muy significativa a un descenso de los niveles en sangre de todas las hormonas anteriormente citadas, lo cual produce una sensación de decaimiento físico e intelectual.
Para explicar por qué afecta a unas personas y no a otras hay que basarse en la existencia de un factor endógeno no esclarecido. Esto es una mayor predisposición de la persona a verse afectada por estas variaciones climáticas. Podríamos equipararlo a los procesos alérgicos, que también son muy frecuentes en esta época del año; mientras para unos la primavera es sinónimo de alegría, otros deben sufrir las consecuencias de las rinitis o el asma.
¿Cómo prevenirla?
Llevar una vida saludable y ordenada con una dieta equilibrada es la base para fortalecer nuestro organismo y sus defensas, evitando que los factores exógenos minen nuestra energía.
Podríamos destacar seis puntos básicos para prevenir la astenia primaveral:
- La dieta debe ser equilibrada y variada, enriquecida en vitaminas y minerales. Hay que hacer hincapié en la ingesta de verduras, frutas, hortalizas combinadas con farináceos (arroz, pasta, legumbres, patatas…), sin olvidar los alimentos de origen animal (carne, pescado y huevos). Específicamente hay alimentos que favorecen la producción de serotonina, como son los cereales integrales, el aceite de oliva, el pescado azul, las nueces, las semillas de girasol y los quesos frescos.
- Mantener el cuerpo hidratado ingiriendo unos dos litros dea gua al día; esto puede ser complementado con infusiones y con zumos.
- Intentar dormir ocho horas diarias, o las que sean necesarias para sentirnos descansados.
- No fumar, no tomar bebidas alcohólicas, no abusar del café ni de las bebidas excitantes.
- Realizar un ejercicio moderado al menos durante 30 minutos al día.
- Llevar un ritmo de vida ordenado, manteniendo unos horarios fijos para acostarse y levantarse, y también para comer.
En ocasiones, a pesar de cumplir con todos estos requisitos, también puede ser necesario el aporte de un reconstituyente a base de vitaminas, minerales y extractos de plantas como el ginseng o la jalea real, pero estos deben tomarse siempre bajo prescripción médica y solamente durante un tiempo limitado.
En definitiva, si al principio de la primavera te notas más cansado delo habitual, falto de fuerzas para desempeñar las actividades diarias o te cuesta mantener el ritmo de trabajo normal, te encuentras triste o sientes malestar, es probable que estés sufriendo una astenia primaveral.
Pero eso sí, si tu sensación de cansancio o tristeza persiste en el tiempo, debes consultar al médico, porque podría tratarse de otro problema.
Hay una serie de consejos que pueden ayudar a combatir la falta de vitalidad, como seguir una dieta equilibrada rica en fruta, verduras, pescados, frutos secos, aceite de oliva y carnes magras.También es bueno que sonriamos, abracemos y practiquemos la gratitud hacia las buenas cosas de la vida.
Alimentos recomendados
La alimentación puede ser el aliado perfecto para superar esta etapa:las frutas y las verduras se convierten en indispensables ya que proporcionan muchas vitaminas, antioxidantes y minerales y ayudan a combatir la astenia. Recomiendo incluir en la dieta:
- Lentejas: este plato es un gran sustituto de los cereales refinados, el arroz y la patata, y son una gran fuente de fibra, vitaminas del grupo B y minerales, como el hierro. Si las acompañamos de pimientos o un zumo de naranja en el postre, mejoraremos la absorción de hierro.
- Quinoa: Rica en fibra, ácido fólico, magnesio, fósforo y manganeso. Es el cereal con mejor valor proteico de todos, permitiendo que una comida con quinoa sea absorbida de forma lenta, otorgándote energía constante a lo largo del tiempo, y con el ácido fólico mejorando el tono vital cerebral.
- Frutas y verduras frescas de temporada: este grupo de alimentos ayuda al cuerpo a detoxificar mejor, reducir la sensación de pesadez, aportando frescura, hidratación y sensación de ligerez agracias a su alto contenido en vitaminas y fitoquímicos, indispensables para el buen funcionamiento del organismo.
Alimentos desaconsejados que se recomienda reducir o eliminar:
- Café: la cafeína y los estimulantes obligan al páncreas a producir altos niveles de insulina, desencadenando un alto gasto temporal de azúcar. Durante un periodo corto de tiempo nos proporciona sensación de vigor y vitalidad. Sin embargo, irá decayendo hasta la somnolencia y falta de vitalidad, pues nuestro cuerpo intentará compensar el efecto producido por la cafeína.
- Bollería industrial: la combinación de azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas suelen producir en nuestro organismo sensación de decaimiento, cansancio y pesadez generalizada, potenciando la falta de tono vital.
- Bebidas alcohólicas de alta graduación: el exceso de alcohol aporta sensación de letargo y consigue entorpecer la agilidad física y mental; al perjudicar el sistema cardiovascular. También disminuye la oxigenación celular, especialmente la cerebral. Por otro lado, los complementos alimenticios, como la maca y la jalea real pueden ayudar a reforzar el sistema inmune. A esto, se puede añadir una planta, la ashwagandha, también denominada ginseng indio, que es conocida por contribuir al fortalecimiento vital, estimular el sistema inmunitario, y aportar energía.
Por último, los estudios nos indican que la actividad física divertida, en grupo y con música, es un gran método para combatir la falta de vitalidad, la ansiedad y la depresión, pues con esta práctica se liberan la dopamina y la serotonina, hormonas relacionadas con la felicidad y la sensación de plenitud. . Igualmente, la actividad física aeróbica favorece la oxigenación celular, aumenta nuestro metabolismo y mejora la condición de nuestro sistema cardiovascular.
Así que coge fuerzas y no dejemos que ninguna situación, nos deje cao y fuera de juego. Recarga tus baterías y sonríe, la vida cada día nos sorprende con cosas extraordinarias, solo hay que estar atentos y trabajar para alcanzarlas.
Dra Teresa Pérez
Coach de salud
Médico de Empresa
Especialista en Valoración del Daño Corporal