¿Cómo funciona tu mente?
¿Cómo funciona tu mente?, ¿por qué haces lo que haces, actúas como actúas y piensas como piensas? Pero, sobre todo, y lo más importante: Cuándo tu forma de hacer, actuar o pensar no te resulta útil, ¿puedes hacer algo para cambiarlo?
La mayoría de las personas no utilizan sus propios cerebros de forma activa y deliberada, sino que, más bien, su mente actúa como una máquina que not tiene un interruptor con el que poder desconectarla. Funciona y funciona por inercia, sin dirección, sin rumbo.
Nuestro cerebro no es capaz de quedarse quieto, sin hacer nada. Por lo tanto, si u no le das nada que hacer…¡él se buscará algo en qué ocuparse!
Recuerdo un experimento en el que se colocaba a diferentes personas en una sala de deprivación sensorial; esto es, en un habitación vacía donde no había nada, ningún estímulo visual, auditivo o táctil. Al cabo de un relativo corto espacio de tiempo -unas 30 horas-, éstas, comenzaban a generar experiencias; es decir, el cerebro, a falta de dirección, se creaba un mundo propio.
Si tu cerebro está «sentado» sin ninguna ocupación, pronto va a empezar a hacer algo, no importa el qué. Puede que a ti si te importe lo que va o no va a hacer, pero a él no, tu cerebro solo necesita estar activo. ¿Cuántas veces te has visto asediado por tus pensamientos y te has dicho: «Ojalá pudiera quitármelo de la cabeza»? Ahora bien, piensa conmigo, ¿cómo llegó ese pensamiento ahí? Si llegó en algún momento, quiere decir que antes no estaba y, por lo tanto, si antes no estaba allí, puedo volver a quitarlo, ¿verdad? Además podría sustituirlo por otro que no solo no me asedie, no me moleste y no me perturbe; sino que me motive, me ayude y me estimule a lograr lo que quiero.
La verdad es que si tú no manejas tu cerebro, si no le das la dirección adecuada, entonces, él andará por su cuenta u otras personas encontraran la forma de manejarlo por ti. Y, manejando el cerebro, como consecuencia lógica, estarás manejando tus sentimientos y emociones y, por consiguiente, manejarás tu conducta, tu forma de actuar y el objetivo que deseas. Pero si dejas que él se maneje a sí mismo, ¿dónde te llevará? Y si quien lo maneja es otra persona ¿dónde terminarás? Incluso suponiendo que la intención de esa otra persona sea buena, ¿estará acertando con lo que quieres o te conducirá a lo que ella cree que quieres, a lo que cree que es mejor para ti?, ¿acertará o se equivocará?
Todas las cosas que pasan por tu mente, te afectan y, todas, se encuentran dentro de tu control. El asunto es, ¿quién va a manejar tu cabeza?
Maribel Salvo
Vicepresidenta de LMQA y Psicóloga.