El zinc es necesario para que el sistema inmunitario funcione adecuadamente. Muchos problemas que aqueja la salud de las personas en la sociedad actual como la tendencia a contraer infecciones víricas, la pérdida de memoria o la fragilidad del cabello tienen relación directa con niveles bajos de zinc en nuestro organismo. Conoce, de la mano de la doctora Teresa Pérez, la importancia de suplir la cantidad necesaria de este mineral tan importante para el sistema de defensa de nuestro cuerpo.
Detrás del hierro, uno de los minerales más importantes para nuestra salud es el zinc, pues participa en múltiples reacciones de nuestro organismo, en las proteínas, en los hidratos de carbono, en la producción de insulina y mejora el sistema inmunitario, algo tan importante frente a las infecciones por virus como la que el mundo está enfrentado ahora con la pandemia del coronavirus.
Si tenemos los niveles de zinc bajos seremos más vulnerables a padecer enfermedades, por eso, si queremos estar más protegidos, tenemos que apostar por una alimentación dirigida a aumentar dichos niveles.
Hay etapas en la vida en que las personas deben consumir más zinc, como los bebés, los niños y los ancianos. Uno de los aspectos por los cuales las personas mayores son más frágiles es porque su alimentación no les está aportando todas las vitaminas, proteínas, oligoelementos y minerales que necesitan, por lo que el sistema inmunológico se ve mermado ante las infecciones. Las personas mayores de 65 años deben prestar especial atención al consumo de zinc.
Las personas que tienen algún problema de desnutrición provocada por anorexia o bulimia deben tomar alimentos que les aporten zinc, así como las personas que siguen una dieta vegana o vegetariana.
Las mujeres embarazadas, en etapa de lactancia y atravesando la menopausia o la posmenopausia, también debe tener un mayor aporte de zinc. Asimismo, todas las personas que padecen mala absorción intestinal, enfermedad de Chron, celiaquía y que tienen las defensas bajas también deben prestar atención a este mineral tan olvidado pero tan esencial.
Las personas que beben alcohol con frecuencia también pueden tener niveles de zinc muy bajos, así como las personas que toman diuréticos, fármacos para la hipertensión o antiácidos.
GRAN PARTE DE LA POBLACIÓN TIENE NIVELES BAJOS DE ZINC
El estilo de vida que impera en nuestra sociedad nos lleva a consumir semillas y granos provenientes de monocultivos, es decir, cultivos donde la tierra produce un solo tipo de grano, lo que hace que los valores de zinc en esa tierra sea casi inexistentes. Se agota el zinc de la tierra por lo que nuestra alimentación no nos aporta los niveles adecuados. Antiguamente no había esta problemática.
SÍNTOMAS DE DÉFICIT DE ZINC
Si somos propensos a contraer resfriados y gripes sabremos que tenemos un déficit de zinc. Esto nos lleva a deducir que, ante el coronavirus, un aporte extra de zinc nos ayudará a acortar el proceso de recuperación ante una infección por Covid-19.
Si nos sentimos cansados, si tenemos alteraciones del estado de ánimo, constantes pérdidas de memoria, o si generalmente carecemos de olfato y gusto, también es probable que tengamos los niveles de zinc más bajos de lo normal.
Si nuestros hijos tienen problemas de crecimiento o desarrollo, es señal que también tienen un déficit y que tenemos que proveer una alimentación más rica de este oligoelemento e incluso consultar con el médico un posible suplemento vitamínico.
Hay estudios, aunque no todos son concluyentes, que sugieren que los niveles bajos de zinc están relacionados con el riesgo de padecer cáncer.
¿QUÉ NOS APORTA EL ZINC?
Un buen desarrollo, crecimiento y mineralización óptima de nuestros huesos, por eso, las personas con osteoporosis necesitan más aporte de esta vitamina. También trabaja en la producción de los órganos reproductores y las arterias, por lo que también es importante en la salud cardiovascular.
Refuerza nuestro sistema inmunitario, clave en esta época de pandemia, pues ayuda a combatir enfermedades por virus y bacterias. Aunque el coronavirus es un virus diferente, no deja de ser un virus, por eso, mayor consumo de este mineral puede acortar el tiempo de convalecencia.
Los científicos han demostrado que fortalece nuestras defensas evitando que los microorganismos dañinos entren en nuestro organismo y, si entran, permite que sean neutralizados.
Muchas veces cuando se trata de defensas se mencionan otras vitaminas, pero casi nadie habla del zinc, pero desde mi punto de vita médico es uno de los más importantes.
BELLEZA
No podemos hablar del zinc sin mencionar los maravillosos beneficios que tiene para la belleza, pues mejora el cabello, la piel y las uñas. Para personas que tienen problemas de descamación, como la psoriasis, es muy recomendable, pues el zinc se acumula en la piel. También mejora otras enfermedades dermatológicas como el acné, los eccemas o el herpes. Evita, además, el envejecimiento prematuro de la piel.
¿CÓMO CONSUMIRLO?
Para disfrutar de todos sus beneficios es importante aportar las cantidades necesarias a través de la alimentación. Entre los alimentos que nos van a aportar zinc encontramos:
• pescados
• mariscos (ostras y almejas)
• hígado y vísceras animales (un producto estrella, es económico y trae múltiples beneficios nutricionales)
• carnes
• germen de trigo
• arroz integral y sobre todo avena
• garbanzos y lentejas
• verduras: lechuga, espinaca y coles de bruselas
• frutas: plátano